17.10.06

Otoño


La cuidad estaba limpia, el sol del atardecer a dos horas de esconderse, el aire claro, el cielo sin nuebes degradado de naranja a azul oscuro.


Llegó el otoño y el frío apenas empieza a acariciar. Luego unos besos en la azotea, la cuidad y sus luces, la tranquilidad de estar juntos.



Los problemas, los normales. Adelante el destino, la irrealidad. Aquí el mínimo punto inexistente del presente.



Se nivelan los pesos, la balanza concuerda. Física atómica de los sentimientos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

está bien, está bien... aunque va contra mis principios esto de los blogs y los comments y el cyber alimento al ego de los protagonistas de estas porquerías, debo admitir que estoy profundamente conmovida porque me fascina escucharte y sentirte tan lleno de ese sentimiento que es tan hermoso y que llena tanto, después de tanto vacilón en el que prometías no volver a caer.
mijito:
caíste
y redondito
y me encanta
y me da muchísimo gusto
abrazos goonie...
love you always.
co co co conan

leeleean dijo...

Esaaa besuConan y su repudio a estas cosas, ya caerás chiquita, jiji.
Claro, es la estación más linda y... ¡yo también ya valí madres machín!