21.5.07

Viaje platónico


Partamos de los hechos comprobados hacia la discusión del bien y el mal. No de los conceptos generales de bien y mal sino de la interpretación individual y subjetiva de los mismos. Si la realidad es constante ni el bien ni el mal son posibles. Si la realidad es inconstante, el bien y el mal podrían ser, sin embargo también podría ser que el par no existiese más. ¿"Para que exista uno tiene que existir el otro, luego entonces si uno deja de existir el otro también cesa", afirmó el anciano monje flotando entre los bambúes?

Y la discusión ahí está, plantada. Constante en el tiempo desde que el lenguaje brotó. Las generaciones se siguen por sí mismas en el ciclo reproductivo de las especies. El bien y el mal que se han acuñado en lenguaje y creencias por miles de años han apenas empezado su fase de unificación y por lo tanto de extinción ideológica masiva. Los tiempos de laberintos nacen, la lombriz se retuerce de nuevo pero cada vez más gorda. ¿Qué pasa cuando ya no hay bien que alcanzar para unos, ni mal con el cual deleitarse para otros?

La nada moral, la nada espacial, la nada temporal, la nada universal, la nada completa, la nada cuántica, la nada suficiente, la nada necesaria, la nada filosófica, la nada espiritual, la nada esbelta, la nada tranquila, la nada satisfecha, la nada a punto de reventar.

1 comentario:

Carlos Garduño dijo...

en español sí.
no creo que sea posible que el bien y el mal desaparezcan, pero creo en una redimensión de la moral. algunos rincones se estrechan, otros se ensanchan.
el bien y el mal existen como una invención, nadie los ha descubierto, es cierto. antes de las mentiras (y de los conceptos) la ley del garrote lo controlaba todo. después de la palabra, no hay quien haya podido librarse de ella. hasta los mudos se las arreglan para entrar en el mundo de las cadenas, en el que el que no se pone una, muere de hambre.