18.4.08

Bipolar dream

Un lugar dentro del círculo polar, sin Julio Medem, pero sí con sus conceptos.

Vuelvo, ¿o es que no he salido?, a los giros que da la vida, a las casualidades. Todas nuestras vidas esperan esa gran casualidad, ese giro no pensado donde rebotaremos el humano que somos contra el humano que no somos.

¿Quién es lo suficientemente práctico para dejar de esperar a ese alguien que venga y nos cambie el panorama? Sigo esperando, creo que tu también. Y nunca nos vamos a cansar de esperar a que el cielo se abra para dejar de hacer como que la virgen nos habla.

El sol de la media noche, qué bonita idea.

Trescientos sesenta grados de combustión espontánea de helio circular hecho luz alrededor del horizonte polar por veinticuatro horas, y todos los tonos de azul, naranja y rojo. El engaño natural perfecto.

¿Estar ahí será haber alcanzado la paz interna?

Que la ingenuidad no me abandone, por favor, no quiero aburrirme en una realidad pactada.


Tomado de los amantes entre los trópicos de capricornio y cáncer, y un poco más hacia los polos también; y de Jesus life for children under 12 inches.

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