29.4.08

Urban detox

Ahí anda uno volando bien alto, a treinta y nueve mil pies sobre el nivel medio del mar en Aeromexico, vuelo diez y ocho, de la ciudad de México a Lima, idas y vueltas sobre la imaginaria línea del ecuador, rebotando entre la T2 del Benito Juárez y el Jorge Chávez, en el Callao.

You can get from here to there
By leaps and bounds or measured steps
You can make it dark or fair
Depending on your point of view
You can get a taste of the glory
By the ingestion of a simple truth
You can take a look around
See the outside, see the inside too

Are you on a road to nowhere?
Are you riding a train to heaven or hell?
Are you in search of somewhere
Or something that rings true?
Well it could be closer than you think
It could be closer than you think it is

Give me your sunshine again
You've left me in a mess
And when I fall I really fall
And that's when you go to my head, my head

It could be sunshine

Give me songs and freedom
Give me love in every sense
Raise me up so high with you
All the cavemen fade away away

It could be sunshine

Walking on the sidewalk of life
Will only make you grey and sad
Lift me up so high so high
My lifes always in your hands your hands

My love for you won't last for one day
My love for you will last for two

La perfección se encuentra al alcance, no de todos. La gente se sube a los escenarios y hacen la música que han aprendido a base del ensayo y las ganas de hacer vibrar esos instrumentos. Las propuestas son muchas, los tiempos ajustados, es el ritmo propio del Coachella, una partecita del primer mundo haciendo su propio Woodstock de verano en el corazón del desierto. Y todo bien caro, arriba el consumismo gringo.

And the band play on… and the beat goes on…

Portishead milagroso, curativo, regenerador, desgarrador, placenteramente hiriente. Que sólo tres presonas unidas a sus instrumentos hagan una potencia sonora es cosa de pocos, tal como Love & Rockets, la aparente sencillez del glam. La revelación, la elegancia y la angustia con Islands. La entrada al lado oscuro de la luna, progresiva y cuadrafónicamente, con dos lágrimas bien derramadas. La maestría y el trance de Jack White. Prince impecable. Hot chip perfecto. Santigold energético con sus coristas / coreógrafas bien sincronizadas. El power de 3 negras enmicrofonadas y dos muchachos metidazos en las tornas de Spank rock. El mega atasque de Aphex Twin. Fatboy slim ni tan bueno. Las increíbles infusiones entre la tecnología y la música con Animal Collective. La fiestota con Justice. La elegante electrónica de Booka Shade y Modeselector. El buen beat de Boys noize. La farsa de Bonde do role. ¿Quién dijo que fuéramos a ver a The black lips? Pfffff, paso sin ver.

Queda demostrado que la mejor forma de apreciar cualquier representación del arte es solo, y no me malinterpreten, no es por antisocial; pues aunque se está rodeado de miles de personas, extraños todos y los amigos es mejor que estén perdidos cada quién por su lado, para no tener a nadie con quien comentar nada y no distraerse ni un segundo, para limpiarse las lágrimas sin pena de que los compas vean la emoción de uno. Gracias a todas las personas que me rolaron un poco de su troncho.

El viernes tuvimos contratiempos para llegar tempra y se nos fueron Múm, Architecture in Helsinki y Cut copy, ni modo. El sábado quedamos tan desconcertados con Islands y Animal Collective, que se nos fueorn Kraftwerk y M.I.A., ni modo. Así es eso.

Habrá que ver la forma de elevar más el pedestal de Beth Gibbons, aunque de cualquier forma ella no se apoya en ninguna superficie.

How can it feel, this wrong?
From this moment
How can it feel, this wrong?

Habrá que volver a juntar a miles de personas para gritar juntos: “hey teachers, let us kids alone”


Que hubiera modo de ir a todos los festivales de música del mundo, de perseguir a nuestros artistas favoritos y gritarles uuuuuuuuuuuuoooouuus con toda la fuerza de los pulmones, chiflar por minutos enteros, inmiscuido en todas las multitudes que se forman frente a los escenarios, para sentirse parte de esa raza de seres que se apasiona frente a lo que se debe uno de apasionar. Qué ganas de andar por ahí perdiendo la playera y disfrutando del sol y el cansancio en las piernas, viendo gente de todos los sabores y colores, tomando urban detox por que los gatorades y aguas no se han enfriado. Gastando la pura dolariza. Qué ganas de trabajar aunque sea cargando los cables que llevarán las señales de audio hasta los altavoces que harán a la gente pensar que tal vez vale la pena vivir un rato más en este mundo. El cansancio sale sobrando. Qué ganas de tener tanto dinero para llevarte a todos tus amigos a todos los festivales que sucederán en todos los lugares del planeta.

Faltan escasos minutos para aterrizar, a partir de este momento todos los aparatos electrónicos deben de estar apagados, por favor asegúrese de que la mesita de servicio este en su compartimiento, favor de posicionar el respaldo de su asiento en forma vertical y a los pasajeros viajando junto a un ventana favor de asegurarse que se encuentre abierta durante el aterrizaje.

Ya estoy en Chincha, huele horrible, la fábrica que hace harina de pescado está produciendo este inmundo olor a kilómetros de aquí. No quiero ni pensar lo que se debe de sentir en el epicentro de esta peste peruana. Esto me recuerda que la realidad es así, bienvenido estoy a sonreír por muchos días, por encima de la realidad de hoy y de la del fin de semana que ya pasó.

Estoy terminando de grabar el atento sound de hoy, ahora quisiera ir a escuchar a Jeff Mills…



Tomado de mi mastercard.

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