16.7.08

Es así

Es como cuando hay ganas de salir a caminar, pero ¿a dónde? Entonces, sin planearlo, se sale a seguir el camino de los propios pasos. A gastar el tiempo y las calorías. Las calles están sucias, las esquinas huelen a orines, hay un perro muerto a un costado del camino, el sol cerca del horizonte ardiendo en lo que pareciera ser una eternidad. Dicen que en esta dirección se llega al mar y se recorren cuarenta y cuatro minutos, sin sudar, sin llegar al mar. Lo importante es llenar al tiempo de pasos. En este recorrido no habrá sorpresas ni gente similar. Se va sabiendo que hay un punto en el que se tendrá que dar media vuelta, lo mismo pasa con cualquier cuerda, se pueden juntar sus extremos y doblarla exactamente por la mitad.

El estómago se infla y se desinfla. No hay interés suficiente en mis historias, tan es así que hasta yo mismo me aburro. También me incomodan los teléfonos que suenan junto a personas que no están dispuestas a contestarlos. Es lo mismo, casi siempre, los climas deteriorándose y la gente como si nada, haciendo música de paz y amor. Es mi mirada desconcentrada. La angustia de estar esperando al ángel exterminador. Los altoparlantes chiflan. El concepto muerto que todos tenemos en vida y la vida que recuperaremos al morir.

Es así, como un no o un sí. Baratijas puestas en letras. Pasos entre el polvo y los perros vivos amarrados que ladran al paso de la gente que como yo se pone a caminar. Veo personas desplazándose, llevan la intención de ir a un lugar o regresar a otro. ¿Tengo esperanzas de partir del punto A para llegar al B? B de bueno, de ven, de bolsa de viaje sin mucho escombro adentro. El problema no es ir o venir, sino lo que en esa actividad se llevan las personas consigo y es así cómo todo va cambiando de sitio. Es así cómo se pierden los objetos para ya nunca ser recuperados.

El estado de absoluto reposo, ¿existe?

En dos dimensiones todo parece ser más fácil.

Es la noche con luz de luna ayudando a los insectos nocturnos a encontrar su comida.

El fidecomiso de muchos bienes y activos de poca monta, el levantamiento del inventario de ideas perpetuas. Así, sin verbos tiranos.

En un abrir y cerrar de ojos un calvado al mar desde el risco. Así, sólo imaginando todo lo que se escribe, sin comprobar su aplicación en este mundo.

Es la comida que no se quiere desperdiciar, es todo lo que se intenta ahorrar, es la inversión que se hace y se pierde, es la calamidad que nos observa ebria, es la falsa sordera que se impone con el uso de los audífonos. Son las palabras compuestas de los restos de otras palabras, extraídas de lenguas muertas; es la cultura lavada, pulida y encerada lista para que la compre el mejor postor.



Tomado de las luces intermitentes en mi cabeza.

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