8.8.08

I feel Olimpic today

Intento cruzar la calle en un lugar donde ni brechas hay. Escapo al entendimiento de lo que pasa a mi alrededor, o mejor, a lo que pasa en todo el cosmos; que a fin de cuentas sigue siendo mi alrededor. La civilización ni si quiera se ha conformado, mucho menos se puede desintegrar. Acciono el engrane interno del pensamiento frustrado, me rodeo de más soledad en medio de los días grises, fríos y remotos. Todo tiene un fin, quiero oler ese extremo. Me tengo a mí mismo y trato de no vaciarme tanto, algo tengo que guardar para venderle a los ladrones cuando estén dispuestos a comprar. Las cosas no hacen sentido. Los efectos son causas. No hay desperdicio, es para volverse loco. Sonrío. Aquí ya no cabe la tristeza y ojala no existiera el recuerdo del tiempo pasado.



Tomado de la confrontación entre la paciencia y la desesperación.

1 comentario:

Bárbara Gómez dijo...

ni me hables de olimpiadas... yo ni he visto nada y ni pienso en eso por la maldita escuela... snif!