6.10.08

Mentira la mentira, mentira la verdad

Pues a ver qué alcanzo a escribir en 24 minutos o menos.

La semana pasada fui al concierto de Manu Chao en medio de hordas pachamamas que llenamos el auditorio VFG. Radio Bemba resultó ser un grupazo, la sonorización del VFG maravillosa; me fui sin boleto y sólo conseguí uno de hasta arriba, mero enfrente del escenario, por encima de las hordas enloquecidas y chillantes, las cuales refuerzan el sonido ambiental propio de un concierto, el sonido fue claro y poderoso, cosa que andaba pensando que en esta ciudad no sucedía. Qué importa que el VFG esté lejos, el sonido y las instalaciones lo valen.

Radio Bemba se ponía bien heavy, rock punk, en su punto más cochino daban el quiebre perfecto para cambiar a un ska bien sabroso. Manu se despidió y regresó 4 veces. Las dos primeras ni el mismo se las creyó, pues se despedía sin parar de tocar ni cantar, conectado la siguiente rola. Hubo de todo, nuevas, viejas, clásicas y hasta se aventó un cover de eso que dice: “este amor apasionado, anda todo alborotado por volver. Voy camino a la locura y aunque todo me tortura, sé perder…” Dos Heineken® + un güisqui doble + un gallito = concierto sobre mantequilla, la pura resbaladilla musical.

Luego llegó el fin de semana y nuestro existir se enfiló hacia ITS LAGOS, arribamos tan contentos gracias al lúpulo + gallo, que al tercer letrero de ITS LAGOS hasta aplaudimos de puro gozo. Y pues a comer chile a lo pendejo, esos muchachos comen chile como sólo los grandes. Fuimos en busca de un Brokeback Mountain y del truco que hace que la noche dure más y ni dios ni el diablo nos dieron ni lo uno ni lo otro. Encontramos harto tequila eso sí, varios travestis que como es usual entre ellos interpretaron gachitamente a Alejandra Guzmán, Amanda Miguel y cosas por el estilo, lo mejor es cuando Amando Miguel se tapaba un oído para según esto entonar mejor su canto; luego fuimos a un antro de putas y a falta de todo lo antes expuesto, más gallo fumado, más tequila y más lúpulo degustado, pues bailamos himnos populares de cachetito. Para cerrar la noche, yendo de regreso al Hotel, Paloma insistía en que fuésemos a comprar condones pues uno nunca sabe si se puede ofrecer. En fin, lo que iba a suceder y sucedió es que llegamos al hotel y yo, en medio de un frenesí fuera de lugar, hablé al room service, y sólo tenían coca-cola y agua, hice traerme un agua sólo para ver si el room service boy encajaba en eso del Brokeback Mt. pero no, la vida no es así de fácil; en menos de 24 segundos ya estábamos roncando.

Vale decir que la exposición que fuimos a ver bien valió la pena el desplazarse hasta ITS LAGOS. El sábado se nos fue en dizque turistear y en tragar como romanos en festividades a Baco. No quisimos pagar los 20 pesos de cover para ingresar al Éxtasis, manque estoy seguro que hubiésemos pagado 200 por un éxtasis de neta.

Este jueves está James y no sé si ir. Creo que sí iré.


Tomado de “cover us in chocolate”.

2 comentarios:

Amanda García dijo...

:)

ah, sí dijo...

Es lo que te digo guey, ricas noches de excesos. Los excesos los trae uno en la sangre, y en el corazón.