17.9.08

Cosa chola

Nada de excursiones a los bosques aledaños a mi ciudad para la recolección de sicotrópicos vegetales, el viaje fue a la playa con excelente compañía. No nos cansamos de ser tontos, tampoco nos importa serlo, es más divertido decir y hacer tonterías todo el tiempo que tener que estar en guardia cuidando de no hacer el ridículo o aparentando clase, distinción, educación, refinamiento, elegancia y demás estatutos sociales.

Fuimos a Destiladeras, el día pasó nublado de principio a fin y con todo y las nubes grises logramos absorber en la piel algo del ultravioleta que no calienta pero en cambio medio broncea. Nos llevamos a Floris a que se esparciera, contraproducentemente el animalito lo único que buscó fue copular sin éxito hasta hartarnos a todos, así que lo tuvimos que amarrar un rato; él chilló como ratita.

Nos encanta dormir juntos, abrazarnos para que luego nuestros cuerpos inconscientes y dormidos se separen por sí solos hasta que alguno tome consciencia y busque entre el colchón y las sábanas el cuerpo del otro. Cuando amanece siempre cada uno está por su lado de la cama, sin despertarnos del todo las manos se comunican con el cuerpo vecino y terminamos abrazados de nuevo. Como no hay nada que nos apure a levantarnos seguimos dormidos, rotando las posiciones pero siempre abrazados, de cucharita o de frente, no importa, hay un extenso placer en esto. Los sueños se van intercalando entre medio despertar, cambiar de posición, soltar otro besito y uno que otro gruñido de persona pasandola bien. Abrimos los ojos y en automático nos damos más besos. ¿Será esto el meta-amor?

El mar a temperatura cálida fue también otro placer más.

La primer noche fuimos de copas al Kit-Kat con mis familiares peculiares. Luego llegó un compañero de la prepa que no veía desde la prepa; conforme al protocolo social vigente no nos saludamos, no fuimos amigos nunca, ahora tampoco. Sin embargo me mandaron una bebida de cortesía de su mesa y yo no fui bueno para ir a agradecerles como en las películas donde de esta forma se ligan unos a otros. Seguiré siendo de un nivel social inferior por gracia y decisión propia, por grosero y engreído. Aunque pensándolo bien, me parece más naco eso de andar mandando bebidas de cortesía en vez de pararse un momento y acercarse para decir: ‘hola, ¿cómo estas?, hace siglos que no te veía’. Tampoco es que haya tenido ganas de brindar ese gesto. Continuamos rascándonos con nuestras propias uñas nuestras propias comezones.

Me encanta manejar, más si llueve y obscurece. Quedan declarados oficialmente soundtracks de las carreteras todos los discos de Belle & Sebastian, Give up de The postal service, todo lo de Arcade Fire y en sí todo lo que inspire a cantar y controlar el acelerador para frenar lo menos posible en las curvas.

Escribo esto adentro de una presentación que hago para el trabajo, en eso llega mi jefe y se pone a revisar la presentación. Llega a esta diapositiva y le digo: ‘no, eso es otra cosa’. Se queda 3 segundos viendo la diapositiva y brinca a la siguiente, yo me quedo más de 3 segundos pensando en si leyó: psicotrópicos vegetales. Que me corran por cholo mariguano, eso sí sería algo nuevo en mi vida.


Tomado de decir: ‘no, eso es otra cosa’ sin nervios ni pena.

1 comentario:

leeleean dijo...

Hace muchísisismos años en el Café "Bananas" (auuh!) un wey me mandó un bebida para ligarme, dizque. Desde entonces no veía esa práctica, qué chistosa es.