30.1.20

Sobre 'Dolor y Gloria' de P. Almodóvar

La película abre con: "Me gustaría ser un hombre pa'bañrme ahí en el río desunda.", un masculinismo para no dejarse ir así como el agua del río... Luego en una nada las mujeres se ponen a cantar, y de sopetón regresamos al presente con ese: "Salva, soy Zulema, ¡qué sorpresa! ..."

Soy lento como un caracol de esos que dejan la baba embarrada a su paso, por eso me puse a ver esta peli de nuevo. Para descubrir y asegurar que Pedrito no deja que se le vaya ni una, ni siqueira media cosa por decir. ¡Genio!

La peli nos habla de "La santa, católica y apostólica" que es o era España (¿quién iba ser sino la España de Dior?), de una "desintoxicación compasiva y controlada" (pínchenme una o dos de esas no sean cabrones, ven la tempestad y no se hincan, ya pues, ya pues, es bromi, no quiero a mi santa madre mañana en el celular diciéndome que qué onda con mis adicciones, que ni se ha de angustiar tanto la ilustre madre biológica y con todas las de la ley que me la vida me dió, maravilla de persona, que más bien ha decir que ahí me haga bolas yo solo, que ya estoy grandecito, y no queremos saber todo el etc., asi que ya pues, ya pues, broooomi, bromi, bromiiiiiii, todo compasivo y controlado por acá). Habla de descubrir lo que le hemos hecho a nuestros cuerpos pasados los 30 años con gráficas audiovisuales que nos ubican de esa forma magistral en lo que se nos está narrando sobre dolencias y males varios (pongan atención shiavisa, luego no anden diciendo que no se les dijo. Un día tuve un tínnitus y si me dio por la preocupación, pero pues revertí la causa y el efecto no regresó, lesson learned), de la soledad y su comadre la depresión (sin comentarios entre estos paréntesis), de las vueltas o la única vuelta donde los años nos van colocando a todos (uno nunca sabe ni a qué hora ni por dónde va a brincar la liebre, truchas pues), de caer en nuevos vicios "a estas alturas" que nada de altura tienen y de ir a buscar a la droga en el epicentro del terremoto que nunca para en el narcomenudeo (me veo hace unos ayeres afuera de una vecindad en la Doctores entre yonkis que me dicen "aguas güero, la cosa se está poniendo fea" y pues qué feo andar uno ahí exponiéndose así nomás a esa cosa), de entrar en la droga por decisión propia y de salir de la droga con una fuerza de voluntad hecha de acero por pura decisión propia también (compasivo y en control, y que shingue su madre mi comadre, haciendo referencia a la droga puuuuues), habla de no cumplir con las promesas a los seres queridos (porque se mueren y entonces pues ya bailó Bertha Beatriz Viuda de Belmonte), y de los fantasmas allá en el pueblo (asústame panteón, y aquí ya no cupo el pues, ni modo pues).

La película habla y habla sin parar, de tantas cosas, que los lentos caracoles la tendremos que ver dos o tres veces para irle sacando el contenido al contenido. Por si todo esto fuera poco nos obsequia una interesantísima bibliografía de autores y libros, recomendaciones directas de Pedrito para todos, qué detalle de su parte, isn't he lovely?

No pensé a primera vista que 'Dolor y Gloria' fuera la gran obra que ahora que la he repasado, por tercera vez creo, se ha rebelado imponente ante mis ojos.

Me veo reflejado en Salvador Mayo. No en ser el director de cine que escribe éxitos sobre éxitos, ni que viaja por el mundo promoviendo sus películas, porque no he escrito ni media vocal en mi vida, no se diga de haber rodado más que sobre las llantas de mi bicicleta. Bueno, produje el corto de Pablo González, "Pez", un camión me aventó de mi bicicleta cuando iba en camino al Hotel Fiesta Americana para estar en ese rodaje de disque productor que ni hice nada la verdad más que plantar mi cara ahí, cosas del siglo pasado, bueno fue en este siglo pero pareciera que fue en el pasado, o sepa, creo sí fue en el siglo pasado. Dalia me rescató en la troca esa que tenía un apodo que ahora no recuerdo y que luego un hermano de ella destrozó creo recordar, me fue a levantar de estar tirado en la calle ahí valiendo verdura atropellada y me llevó a la Cruz Verde de Zapopan. Ah ya, sí fue en este siglo porque iba en bici del C.C.Ch. al Fiesta Americana. Por cierto, gracias pollito, ya veo cómo tú y yo nos hemos ido enmendando uno al otro por la vida. Pero en un, aún más importante "por cierto", ¿alguien sabe decirme qué fue de Pablo? Siglos de no saber nada de él...

Me veo en Salvador Mayo enfrentando a la decadencia a la que el cuerpo se enfrenta con los años, y no estoy dándome a la bajada sin frenos, ni estoy por tomar un bastón, no se me adjudiquen cosas que ni he escrito.

Me veo reflejado en tantas cosas que no diré aquí y que posiblemente tampoco le vaya a decir a nadie, basta con dejarlo aquí escrito para que me sirva de recordatorio y nada, a darle pa'delante, aunque allá adelante nos espere la vejez y lo que sea que esté por venir con los años, como la muerte, dicho sea de paso. Y por please, tampoco se me espanten, no me pienso morir pronto... pero uno nunca sabe, luego en una de esas me les muero y pues yastuvo: chido, gracias, bye...

Gracias por leerme, por criticarme y juzgarme, por las confrontaciones sanas y también por las malsanas, faltaba más. Pa'todos hay, pa'todos tengo, masco chicle, pego duro, y tengo chicas por montón (¿o "de a montón", cómo era?), uy sí, cómo no, ríanse conmigo de mí por favor. Tu, ru, rú...

Buenas noches, podemos ir en paz, la película ha terminado.

Y pues eso, yo tampoco "me arrepiento, volvería a hacerlo..." (sin celos, ni nada de esas cosas).

22.1.20

Remedio casero para no deprimirse:

Hedonista porque ante todo, y con todo y todo, estoy determinado a seguir pasándola chido, sin pasar por encima de nadie obviamente, incluida mi persona. Porque además pasarla bien no se trata de lujos ni de estatus, ni tiene ninguna relación con la situación capitalista del mundo. Al contrario, el bienestar y el placer que me procuro está escondido en detalles pequeños y grandes sorpresas que algunas personas consideran despreciables. Porque aunque la vida no tenga ningún sentido y yo no haya pedido nacer, aquí estoy ya desde hace 45 años, mejor trato de pasarla lo más bien que se pueda, y cuando no se puede no la armo de pedo.

Realista y empirista porque para mí la única verdad a la que podemos acceder es esta realidad, y de esa realidad podemos extraer ciertos conocimientos en la medida de nuestras posibilidades. Todo lo demás son supuestos, cuentos, fábulas y ciencia ficción. Esas ideas que están fuera de la realidad son productos de nuestra razón, algunas incluso muy alejadas de la realidad y sin cabida en este mundo.

Crítico en la línea de Kant porque creo que deberíamos de indagar en dónde están los límites de nuestros conocimientos, reconocerlos y apegarnos con humildad al espacio que dichos límites nos dejen para respirar. Actuar y desarrollar nuestras vidas de acuerdo a lo insignificantes que somos porque de esos límites no vamos a pasar. Si nos esforzamos mucho podremos ir ampliando uno que otro, poco a poco. Tenemos que aceptar que somos seres sumamente limitados, por nuestra propia salud mental y para sanar a nuestros egos tan enfermos. Dejar de preocuparnos por el cuento ese de salvar al alma que lo único que hace es que desperdiciemos la vida entera por creer en la promesa de que habrá otra vida después de la muerte.

Pragmático porque siendo práctico me ahorro un sin fin de cosas y situaciones que no sirve para nada y no agregan ningún valor a los pocos años de mi vida (de nuestras vidas). Directo y al grano. Los formalismos, las buenas costumbres, la mentada buena educación, las maneras refinadas y todo eso son pura perdedera de tiempo sin sentido. Habría que abolir a la burocracia y a todo lo similar a estas formas de proceder.

Luego entonces, voy contra el existencialismo y su metafísica. Contra el idealismo y su propuesta de entes perfectos como modelos a seguir, como el amor romántico por ejemplo. Aborrezco al dogmatismo porque nos convierte en borregos despojándonos de nuestra capacidad de juicio y decisión.

No creo en el alma, ni en los fantasmas, ni en el diablo, ni en los exorcismos, ni en el pecado, ni en dios, ni la astrología, ni el tarot, ni en sucesos paranormales, ni en el destino, ni en la suerte, ni en la magia, ni el vudú, ni la santería, ni en nada que no pueda ver y tocar. Creo en los hechos más que en las palabras. No creo en la culpa judeocristiana. No creo en la monogamia ni en las relaciones de pareja, defiendo siempre los momentos de soledad y no dejo de buscar compañía valiosa. Creo en la amistad que por mucho supera a todos los demás tipos de relaciones interpersonales; y en el marco de la amistad conservo a los amantes con quienes sé que el interés de la mutua compañía fluye de forma espontánea y natural, los procuro y nuestra convivencia se extendie a muchas más cosas que sólo tener sexo. Nunca le he pertenecido a nadie aunque tal vez dos o tres despistados han creído que sí, ni nunca le perteneceré a nadie porque ni siquiera puedo descifrar si yo me pertenezco a mi mismo. Creo en el infierno, en el paraíso y en el limbo, son esos entornos que cada quién se crea durante el tiempo que esté vivo en este mundo.

Cuestiono constantemente al racionalismo porque se aleja de la realidad poniendo a la razón por encima de lo demostrable y palpable en este mundo. Los alcances de la razón son para tenerles cuidado y andarse con cautela. Gracias al racionalismo creemos que somos inteligentes, hijos de algún dios, los dueños de este mundo. Pensar de esta forma nos ha mantenido conformes y tranquilos, y de paso hemos desgastado y modificado al medio ambiente al punto que estamos metidos ya en un gran lío.

Cuando termine este siglo la población del mundo se habrá duplicado, mientras que por otro lado, la cuarta revolución industrial que ya está en marcha sacará a los humanos de los procesos de producción y toma de decisiones. Las inteligencias artificiales junto a la robótica harán todo nuestro trabajo bien y a la primera, y cuando digo todo el trabajo me refiero al manual y al intelectual.

Watson, una inteligencia artificial creada por un equipo nerds de IBM, ya desbancó a todos los abogados del mundo, y acaba de desbancar a todos los médicos también. Watson tiene mayores probabilidades de ganar un juicio frente al equipo de los mejores abogados del mundo y diagnostica enfermedades con una precisión que ni el mejor especialista del mundo pudiera presumir.

La humanidad se está duplicando en tamaño mientras lees esto y en un futuro inmediato casi no tendrá trabajo si es que el esquema económico capitalista sigue en pie.

Por eso siempre hay que acudir al escepticismo y poner todo en duda una y otra vez, para que no nos vean tan fácil la cara de pendejos aunque lo seamos. Como reza el meme de Nietzsche: just doubt it!