15.10.19

Clavados

La muerte lenta empaquetada en bolsitas de a $500 pesos y el kilo de lima saludable a $28 pesos. Los tacos de pastor en la taquería Los Pericos de la Narvarte en $5 pesos cada uno; y siempre, siempre la pregunta de si están buenos. El aguacate por fin a $60 pesos el kilo después de andar por el doble, y en el Hospital General por $843 pesos un análisis completo para saber cómo va el balance de todo lo anterior. El viaje sencillo en metro en $5 pesos, como los tacos de pastor en Los Pericos, y a dos cuadras de ahí, en la taquería Don Frank, los mismos tacos en $28 pesos, pero más buenos. Una mancha roja y todo para dentro. La esquizofrenia y la paranoia incluidas sin ningún costo adicional, también parte del precio a pagar. El placer despistado, ahora inalcanzable, todo se deprecia con un rapidez inverosímil que hay que volver a empezar todo el acto de nuevo, subir a otro trampolín aunque nadie en realidad sepa cómo echarse clavados sin caer de panza o de lomo en la fosa. Luego, si la suerte anda de buenas, dos días sobre el colchón con la carne pegándose a los huesos y las células deshidratadas. La vida veloz empaquetada en bolsitas que no tienen precio, en bolsitas con semillas de ideas que valen más que todo el oro del mundo, que a veces germinan si las siembran, si las riegan, si las cuidan. El internet desde $350 pesos al mes a velocidad rápida, aunque a veces los bytes no pasan. El yoga en el YouTube gratis, de todos los niveles, de todos los tipos, y el cuerpo buscando desentumirse en la terraza rodeada de plantas, pero el cerebro sigue entumido en su propia terraza rodeado de ideas que no germinan con la rapidez necesaria, y la muerte lenta compite contra la vida veloz en un azar que trata de disociarse de toda la depresión casi tan natural que en nuestros tiempos figuran como un estándar, y luego la falta de interés por temas que salgan de nosotros mismos, entonces ensimismados otro día más, otra noche buscando polvo debajo de los muebles. Y por último el silencio, la soledad, la caída de todas las plumas de las alas hasta no poder volver a volar. Y en un milagro otra mañana, otra vez el sol disparando sus rayos de luz-materia en línea recta, certero, fulgurante. El jugo de lima pasando por la tráquea, $28 pesos bien gastados. Las buenas intenciones, las plumas brotando de nuevo en las alas. Y todo lo bueno de nuevo sucede, las ideas han germinado.